lunes, 11 de febrero de 2013

La poesía, eres tú

Después de un gran parón en el blog, he decidido retomarlo por la necesidad de seguir escribiendo. Como novedad, este blog dejará de ser tan "publicitario" y tendrá un poco más de mi mismo. Por eso, para empezar hablaré sobre la poesía y el poder que esta puede tener. ¿Por qué? Porque me apetece.

La poesía es el arte de la escritura por antonomasia, y cualquier redactor publicitario debe dominarla. Estimula la creatividad, nos hace reflexionar sobre el lenguaje y es el más claro ejemplo de que, a veces, mil palabras valen más que una imagen.
Fuera del ámbito publicitario, la lectura de la poesía puede servir de modo de evasión y reflexión. No hace falta ser un bicho raro para leer poesía. Algunos se sorprenderían al oirnos el otro día hablar a unos cuantos compañeros de clase sobre qué poeta nos gustaba más: que si Becquer, que si Machado, que si Quevedo... No es que seamos expertos del tema, ni mucho menos, sino que haciendo memoria de nuestros años mozos en la escuela, nos dimos cuenta de que eso de la poesía no estaba tan mal.
Sinceramente, yo nunca tuve especial interés por la poesía hasta que vi un día, en la estantería de mi casa como medio escondido, un poema que se titulaba "Yo". Tras leerlo una y otra vez, pregunte a mi madre qué era ese poema que me resultaba tan cercano. Ella me dijo que era un poema de mi abuelo, mi abuelo Alfredo. Tras saberlo, volví a leerlo una y otra vez, intentando descifrar el sentido de cada línea. La verdad, es que no se muchas cosas de mi abuelo, no le conocí, se podría decir que casi todo lo que se de él se encuentra en esas líneas.
A través de este poema he podido saber un poco como era él, como se sentía e incluso disfrutar de algún sabio consejo que nos dejó. Mi abuelo no era un poeta famoso, ni siquiera era poeta, pero pese a ello es quien más ganas me ha dado de acercarme a la poesía, leerla y quién sabe, escribirla como él. Ni Quevedo, ni Machado, ni Becquer, quién me dio a conocer la poesía fue mi abuelo.
Como ya he dicho antes, no se muchas cosas de él, quizás porque yo no soy mucho de preguntar, pero creo que conocerlo de esta manera es mejor. De hecho, se puede decir que de mi abuelo solo queda alguna fotografía, mi familia y este poema, el mejor legado que se puede tener.

" YO"

Dónde vas "esgalichao",
que pierdes los pantalones,
y te envuelve la chaqueta
por lo menos más del doble?.

Has perdido mucho peso,
pareces un "lord" inglés",
que sólo exhibe el pellejo
y su morenaza piel.

Mas no hagas caso de cosas,
camina con arrogancia,
el mucho peso...es vagancia,
la esbeltez es elegancia.



Y con tu terno de gales
ajustado a tus costuras
todavía eres capaz
de mirar a las criaturas.

No te importe el que dirán,
amigos, hijos, mujer,
locos te han de volver.

Camina con arrogancia,
aunque hayas perdido peso,
y sólo te quede ya, un arrugado pellejo,

Que lo que importa es llegar,
gordo, flaco, pobre o rico,
y sígame bien el consejo,
lo que importa es llegar a ser viejo, muy viejo.



Pamplona 10-Junio-1.976.

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